Parques y reservas: Parque Nacional del Lago Nakuru
Gestiona: KWS
Safari Card: Sí
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Un babuino contempla el lago Nakuru desde el mirador de Baboon Cliff. J.Y./Kenyalogy.com
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Introducción
El Nakuru es indiscutiblemente el más conocido de los lagos del Rift keniano y uno de los parques africanos más famosos en todo el mundo, con sus aguas alcalinas orladas en ocasiones por más de un millón de flamencos. El ornitólogo estadounidense Roger Tory Peterson, pionero del ecologismo moderno, lo definió como "el mayor espectáculo ornitológico del mundo", y la frase se ha explotado desde entonces con fines promocionales. Por desgracia, hace tiempo que las cosas no son como Peterson las vio, ya que el ecosistema del lago se resiente gravemente de la presión humana, y las inmensas bandadas de aves merman inexorablemente o huyen a otros lagos sódicos menos acosados por la acción del hombre.
El parque fue inaugurado como tal en 1968, aunque desde 1961 existió un santuario de aves en el sector sur del lago. Con el apoyo del World Wildlife Fund, el gobierno de Kenya emprendió un plan de adquisición de las tierras adyacentes para ampliar el área protegida. Ya en 1964, el santuario incluía el lago entero, cuya superficie varía con las lluvias entre 5 y 40 km², además de una franja de terreno a sus orillas. Desde su proclamación como parque nacional, las autoridades y organizaciones conservacionistas continuaron ganando la batalla a la propiedad privada y a los asentamientos humanos, ampliándose aún más las fronteras del parque en 1968 y 1974 hasta su extensión actual de 188 km².
A pesar de los esfuerzos por proteger este valioso enclave, siempre pesará una amenaza de la que el lago no puede librarse, y es la populosa ciudad industrial de Nakuru, a solo cuatro kilómetros de distancia. Después del Parque Nacional de Nairobi, este es el segundo más accesible de Kenya, ya que la vecina urbe es la cuarta mayor del país y la capital del valle del Rift. Por su situación, el parque es uno de los más visitados tanto por los turistas como por los kenianos. Sus enormes cifras de visitantes culminaron en 2007 con 346.800, según el Ministerio de Turismo. Debido a ello, frecuentemente el parque está masificado, y la sensación que proporciona es más la de un safari park que la del África salvaje.
Pero la masificación y el tráfico de vehículos no son las únicas ni las mayores amenazas: los vertidos incontrolados desde la cercana ciudad provocan una fuerte degradación del entorno, hasta tal punto que en épocas críticas los flamencos han desaparecido por completo del parque. En 1994-95 se produjeron muertes masivas de flamencos enanos causadas por envenenamiento de las aguas con metales pesados y toxinas, debido a un conjunto de factores de origen climático y humano que produjeron el sobrecrecimiento de cianobacterias tóxicas. En aquella ocasión se puso en marcha un plan para el tratamiento de los residuos urbanos e industriales de la ciudad de Nakuru, para la monitorización de las aguas y la contaminación y para la protección de la cuenca del lago.
Por otra parte, la presión de la población circundante sobre el medio natural y de los furtivos sobre los rinocerontes ha obligado a cerrar por completo el perímetro del parque con 74 km de valla metálica. El primer vallado se realizó en 1976, reforzándose diez años después con una alambrada eléctrica alimentada por energía solar, gracias a la cooperación del británico Rhino Rescue Trust.
Las medidas están destinadas a proteger un espacio de excepcional importancia para la conservación de la fauna, no solo la diversidad de aves que inspiró la creación del parque sino también un gran número de especies de mamíferos, originarios del parque o introducidos, que viven y crían allí con éxito. Entre los últimos se encuentran los rinocerontes. El parque fue declarado santuario para la protección de estos grandes y amenazados animales en 1987. Desde entonces, la reintroducción de ejemplares de las dos especies, blancos y negros, ha convertido a Nakuru en uno de los principales refugios de rinocerontes del país, donde es posible contemplar fácilmente dos de las cinco especies que sobreviven en todo el mundo.
El parque ocupa el lago y una orla de terreno alrededor de las orillas norte, este y oeste, mientras que hacia el sur el recinto se extiende hasta la cascada Makalia, que marca el límite sur. Las orillas del lago están rodeadas de terrenos pantanosos, que durante las épocas más secas desaparecen para dejar al descubierto grandes placas blancas de sal. El bosque ribereño se abre hacia el sur en una sabana de acacias y arbustos. Las orillas oriental y occidental están enmarcadas por elevaciones que ofrecen magníficos miradores sobre el lago: Lion Hill, Baboon Cliff y Out of Africa. Al oeste, el Baboon Cliff (Acantilado de los Babuinos) es el hábitat preferido poralgunas de las especies del parque, mientras que al este una parte de Lion Hill está ocupada por un magnífico bosque de euforbias o cactus candelabro, que dan al paisaje un aspecto prehistórico. En el parque existen varios sitios de picnic y junto a las orillas del lago se han erigido escondites ('hides') para observar a las aves.
Además de las aves y los rinocerontes, el parque cuenta con un gran número de especies de mamíferos, entre las que se encuentran los carnívoros como el león y el leopardo.
La cercanía del parque a la ciudad y los frecuentes conflictos entre la conservación del medio natural y el desarrollo de los asentamientos humanos han alentado varias iniciativas destinadas a mejorar las condiciones de vida de la población local y facilitarles el conocimiento de este espacio único. El Kenya Wildlife Service ha financiado proyectos de educación y sanidad, destinados a la construcción de aulas, compra de equipamiento y libros, construcción de dispensarios, etc. Por otra parte, el parque dispone de un autobús que por un precio módico ofrece visitas guiadas al parque a los vecinos de Nakuru.
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