Geografía
Mapa
Datos generales
Situación y fronteras:
África oriental, bordeando el océano Índico y el lago Victoria (536 km), Somalia (682 km), Etiopía (861 km), Sudán del Sur (232 km), Uganda (933 km) y Tanzania (769 km). El Triángulo de Ilemi, que bordea Sudán del Sur, está en disputa y ha sido administrado por Kenya desde la época colonial. Fronteras terrestres totales: 3.477 km.
Coordenadas geográficas:
1 00 N, 38 00 E
Superficie:
580.370 km², el 49º del mundo, ligeramente menor que la Península Ibérica.
Tierra: 569.140 km².
Agua: 11.227 km².
Punto más alto:
Pico Batián, Monte Kenya, 5.199 m (segunda cumbre más alta de África).
Punto más bajo:
Océano Índico, 0 m.
Ríos principales:
Tana y Galana. Ambos nacen en las tierras altas y mueren en el océano Índico.
Riesgos naturales:
Sequías recurrentes, e inundaciones durante las estaciones de lluvias. La última erupción volcánica fue en 1921 en la Barrera, al sur del lago Turkana, altitud 1.032 m. El único volcán activo además de este es Isla Sur en el lago Turkana.
Problemas medioambientales:
Hay contaminación de las aguas por residuos urbanos e industriales, y degradación de la calidad del agua por el aumento en el uso de pesticidas y fertilizantes. El lago Victoria padece una plaga de jacinto acuático ('Eichhornia') que ocasionalmente impide la navegación. Todo el país sufre deforestación, erosión del suelo, desertificación y caza furtiva.
Cuenca del lago Victoria (Nyanza)
La cuenca del Lago Victoria es una meseta situada en el extremo suroccidental del país, en la región administrativa correspondiente a las provincias de Nyanza (lago en swahili) y Occidental. La meseta se extiende desde las colinas de Cherangani al noreste, en el límite occidental del Rift, hasta el monte Elgon (4.321 m), cuya cumbre se sitúa en territorio ugandés. Al sur, el altiplano está bordeado al este por la sierra del Mau y se extiende hasta las orillas del Lago Victoria, a 1.200 m de altura.
La ciudad más importante de esta zona es Kisumu, en las orillas de la bahía de Winam, en el lago Victoria. La ciudad es la tercera mayor del país, capital del pueblo luo y de la provincia de Nyanza. El lago, el tercero mayor del mundo con una superficie aproximada de 68.000 km², constituye un verdadero mar interior que baña las costas de Kenya, Uganda y Tanzania.
La mayor parte de este territorio muestra la vegetación típica de las tierras altas. En las laderas del Monte Elgon persisten algunos retazos de selva húmeda tropical.
Valle del Rift y tierras altas
El valle del Rift, la gran falla africana, es una cicatriz que cruza de norte a sur la mitad oriental de África y el Oriente Próximo. A lo largo de su descomunal vaguada se alinean volcanes extinguidos o inactivos que se alternan con lagos tectónicos.
Desde el Lago Turkana (anteriormente Rudolf), en la frontera norte, hasta el Natron, en Tanzania, el Rift keniano comprende un rosario de pequeños lagos: Baringo, Bogoria, Nakuru, Elmenteita, Naivasha y Magadi.
La falla divide en dos la gran meseta central de Kenya, las tierras altas. En el límite occidental, la escarpadura del Mau asciende desde la frontera tanzana hasta las colinas de Cherangani, las cuales bordean la meseta que se prolonga hasta el Monte Elgon. Al este de la falla, la cordillera de Aberdare se extiende hasta las colinas de Ngong, al suroeste de Nairobi, y por el norte hasta la escarpadura de Laikipia.
Las tierras altas orientales están dominadas por la mole del Monte Kenya, el más elevado del país y el segundo del continente. En sus cumbres nevadas sobresalen tres picos, el Lenana (4.985 m) y los gemelos Nelión (5.188 m) y Batián (5.199 m).
Esta región comprende las provincias del Valle del Rift y Central, así como el área de Nairobi. En ella se localizan Nairobi, la capital, y Nakuru, la cuarta ciudad del país, próxima al lago del mismo nombre. El agradable clima de estas mesetas y sus fértiles valles motivaron el asentamiento de los primeros colonos europeos en esta región.
La sabana, el paisaje más popular y característico de esta región del mundo, no es en realidad más que una transición entre la selva húmeda y la estepa árida, y su origen como hábitat natural o creado por el hombre es controvertido. Se trata fundamentalmente de un ecosistema herbáceo, dominado por las gramíneas y con presencia variable de árboles y arbustos, principalmente acacias. El equilibrio natural de la sabana es una consecuencia de la acción de varios factores: la periodicidad regular de las lluvias, que hacen brotar los pastos tiernos; las migraciones de los grandes rebaños de herbívoros, que se desplazan buscando los pastos jóvenes, ricos en sales minerales; y la acción del fuego, que impide el sobrecrecimiento de árboles y arbustos que competirían con la pradera por la luz del sol y los nutrientes del suelo.
Las especies del género 'Acacia', de la familia de las mimosas, en forma de árbol o arbusto, son las más abundantes y típicas de la sabana. Las acacias se distinguen por su copa plana, sus durísimas espinas, sus hojas compuestas, sus flores de agrupación cilíndrica y su fruto en forma de legumbre. Su corteza es rica en taninos y se utiliza para la elaboración de tintes y productos farmacéuticos. La acacia sirve de alimento favorito a especies animales como jirafas, elefantes y gerenucs.
Las tierras altas conservan, por encima de los 1.300 m, las extensiones más abundantes de selva húmeda que aún persisten en Kenya, aunque no superan el 3% de la superficie total del país. Las mayores extensiones se encuentran en la región del Monte Kenya. Abundan los helechos y los auzones, así como el cedro mediterráneo, el enebro y las coníferas del género 'Podocarpus'. Los bosques de bambú se encuentran a partir de los 2.000 m. A mayores altitudes, por encima de los 3.000 m, predomina la vegetación de montaña, principalmente brezo, turberas, praderas de montaña y lobelias gigantes.
Tierras altas orientales (Nyika), norte y noreste
La vasta y árida región que se extiende al este de las tierras altas comprende las provincias Oriental, Nororiental y parte de la provincia Costera. Esta meseta, que desciende suavemente hasta la llanura litoral del océano Índico, presenta una orografía suave, solo interrumpida por aislados conjuntos de colinas de escasa altitud. Sus principales accidentes geográficos se encuentran en la zona de Tsavo: las colinas de Taïta, al oeste de la ciudad de Voi, y las colinas de Chyulu, que corren paralelas al ferrocarril y a la carretera general Nairobi-Mombasa, principales vías de comunicación entre la costa y el interior.
En estas tierras discurre la mayor parte del recorrido de los dos principales ríos, el Tana y el Galana. Ambos nacen en las tierras altas orientales y desembocan en el océano Índico. El Galana se origina por la confluencia de los cauces del Athi y el Tsavo.
Las escasas lluvias que recibe esta región y sus altas temperaturas determinan un paisaje despoblado y semidesértico, que se convierte en un verdadero desierto en las áreas más septentrionales, continuando hasta las orillas del lago Turkana. La aridez del paisaje, cubierto en algunas zonas de impenetrables espinos, solo se rompe en los fértiles valles de los ríos y en las verdes laderas de las colinas de Taïta.
La presencia de un gran número de volcanes, hoy extinguidos, ha dejado su testimonio en corrientes de lava como la colada de la meseta de Yatta, la más larga del mundo.
La vegetación es escasa, compuesta principalmente por espinos y arbustos. En la zona sur abundan las acacias y los cactus candelabro del género 'Euphorbia'. Destaca por su espectacularidad el baobab gigante ('Adansonia digitata'), de la familia de las bombacáceas, con una altura a veces superior a los 18 m y un tronco de 9 m de diámetro. Su largo y pulposo fruto es comestible, y su corteza se utiliza para la elaboración de cuerdas y tejidos.
La cobertura vegetal es más abundante y variada únicamente en los oasis del norte y noreste, en los valles de los ríos y en zonas como las colinas de Taïta, con un paisaje casi alpino.
Dada la extensión de las regiones áridas, la mayor parte de la superficie de Kenya se compone de desiertos o estepas semidesérticas.
Costa de Kenya
La franja costera de Kenya es una llanura limitada hacia el interior por las suaves colinas que dan acceso a las mesetas. Sus blancas playas bordeadas de cocoteros y sus calas de aguas cristalinas se encuentran resguardadas del oleaje y las corrientes del Índico por arrecifes coralinos, cuya riqueza biológica se protege en varios parques nacionales marinos.
La bahía de Ngwana, antiguamente llamada Formosa, acoge la desembocadura de los ríos Tana y Galana, el primero en su costa norte y el segundo en el sur, cerca de la ciudad de Malindi. A lo largo de la costa se alinean varias islas, como el archipiélago de Lamu y la isla de Mombasa, la segunda ciudad más importante del país.
La costa de Kenya, cálida y hospitalaria, fue colonizada desde antiguo por numerosos pueblos que dejaron sus huellas a lo largo de la historia. La cultura swahili, una fusión de raíces bantús e influencias árabes, prosperó en este litoral hasta alcanzar un gran desarrollo antes de la llegada de los primeros exploradores europeos.
Las condiciones de humedad y temperatura convierten a esta región en el hábitat ideal para la vegetación tropical. Los mangles y cocoteros crecen a lo largo de la línea litoral y aún susbsisten algunos retazos de selva tropical húmeda.
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