Parques y reservas: Lago Baringo
Gestiona: Condado de Baringo
Safari Card: No
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Huellas de hipopótamos a la orilla del lago Baringo. J.Y./Kenyalogy.com
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Introducción
El lago Baringo forma parte del sistema del Rift Valley, la Gran Falla de Africa, que en Kenya está demarcada por un rosario de lagos de los cuales el Baringo y el Naivasha son los únicos de agua dulce. Después del inmenso Turkana, el Baringo es el más septentrional del país y el de mayor superficie, con 130 km².
El lugar no posee ninguna calificación oficial como espacio protegido, pero esto no significa que no tengas que pagar. En la carretera hacia el lago, el condado de Baringo construyó un Centro de Visitantes y Estadísticas, lo cual es solo un nombre pomposo para una estación de peaje. Por fortuna, los 200 chelines kenianos por persona (para no residentes) están aún muy lejos de los 80 dólares que pagarás en algunos parques nacionales.
La masa de agua de Baringo es refugio de más de 400 especies de aves que constituyen el principal atractivo de la zona. El lago es -o acostumbraba ser- un tranquilo y solitario oasis incrustado en el terreno árido y abrupto que antecede a los desiertos del norte. Hasta finales del siglo XIX, los lagos Baringo y Bogoria solo eran visitados por las caravanas de esclavos, época de la que datan los restos del Fort Baringo, aún visibles. El lago fue descrito por primera vez por Joseph Thomson en 1883. Nueve años después, en 1892, el geólogo inglés J.W. Gregory explicó la formación del Rift Valley a partir de sus observaciones en Baringo.
Aunque el turismo en la zona ha aumentado en los últimos años, Baringo continúa fuera de los itinerarios masivos más frecuentes, por lo que a la orilla de este lago se disfruta de una tranquilidad difícil de encontrar en los parques más concurridos. Sus aguas, chocolateadas por el suelo rojo de la región, parecen cambiar de tonalidad según el momento del día y el color del cielo. Con un poco de suerte podrás contemplar a los hipopótamos, que durante el día permanecen sumergidos hasta el hocico pero de noche salen a pastar en ruidosos grupos bajo la luz de la luna.
En el lago pululan también los cocodrilos, considerados inofensivos por la tribu local njemps, pescadores y pastores de origen paranilótico emparentados con los maasais y que hablan un dialecto del maa. Los njemps navegan en pequeños botes y se hunden en el lago hasta el cuello para pescar, mientras a su alrededor los cocodrilos se dedican a la misma actividad. Los locales opinan que la abundancia de pescado ha acostumbrado a los reptiles a esta dieta, rechazando cualquier tipo de carne de mamífero. De hecho, la concentración de peces ha habituado a este alimento a los propios njemps, algo poco habitual en los pueblos pastores.
Lo cierto es que los cocodrilos del lago son pequeños y, por tanto, ni son tan peligrosos como sus parientes más mayores, ni han sido objeto del deseo de los cazadores. A pesar de todo, en 1981 fue abatido un presunto devorador de hombres.
Las aguas dulces de Baringo acogen una piscifauna ausente en los lagos salados, lo que atrae a una gran variedad de aves acuáticas. En el islote rocoso de Gibraltar, en la orilla oriental del lago, habita la mayor población de garzas goliat de África oriental. Otro punto de interés es la escarpadura que se extiende al oeste de la población de Kampi ya Samaki, en la ribera occidental del lago, donde vuelan el águila Verreaux, el estornino de corona erizada y el cálao de Hemprich.
Además de la observación de aves a pie o en bote con el acompañamiento de un guía ornitólogo, el lago ofrece otras actividades, como la pesca, deportes acuáticos (esquí, windsurf), paseos en camello, excursiones a la Reserva Nacional del Lago Bogoria o visitas a una aldea njemps donde se pueden observar la artesanía y la danza locales. Las actividades se centran alrededor de los dos lodges, el Lake Baringo Club y el Island Camp. Los pescadores locales también ofrecen paseos en bote, durante los cuales suelen arrojar pescado fresco para atraer a los pigargos vocingleros (águilas pescadoras).
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